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¿Sería peligroso para los humanos un virus alienígena?

El año 2020 lo recordaremos por la pandemia del COVID-19. Un virus que ha puesto en jaque al mundo. Pero el 2020 también nos ha sorprendido con otra noticia muy interesante: el hallazgo de posibles evidencias de vida en Venus. Los científicos han confirmado que la atmósfera del planeta contiene fosfina, un gas que en la Tierra se produce por la descomposición de materia orgánica.

Todavía no podemos confirmar la existencia de vida extraterrestre, pues la fosfina podría producirse por fenómenos químicos no biológicos. Pero sin duda es un descubrimiento que nos acerca una paso más para responder la pregunta que trae de cabeza a la comunidad científica internacional: ¿estamos solos en el universo?

Con estas dos grandes noticias, la pandemia del COVID-19 y la posible vida en Venus, nos podemos plantear la siguiente cuestión:

Si existe vida fuera de la Tierra, es muy posible que haya microorganismos extraterrestres. Entonces, si llegado el día nos topamos con un virus alienígena, ¿podría ser peligroso para nuestra especie?

Parece ciencia ficción plantearse este tipo de cosas, pero tarde o temprano las autoridades sanitarias y la ciencia en general deberán pararse a pensar en ello. Dicho esto, vamos allá:

Las posibilidades de que un virus alienígena pueda afectar a los humanos, o a cualquier ser de la Tierra, son muy bajas. Esto se explica por la propia naturaleza de los virus.

Estos por sí solos no hacen nada, son completamente inmóviles y no tienen ningún tipo de metabolismo. De ahí el debate en la comunidad científica sobre si deberían ser considerados seres vivos o no.

Los virus se encuentran inertes en el ambiente hasta que chocan contra una célula, y es entonces cuando se activan una serie de procesos que realizan la infección. Gracias a unas determinadas proteínas, el virus se pega a la membrana citoplasmática de la célula , después penetra en ella y finalmente une su material genético con el de la célula hospedadora, que es la que se encarga de crear nuevos virus que salen al exterior para infectar nuevas células.

-Ciclo replicativo de los virus:

Para que estos mecanismos ocurran, es necesario que haya una fuerte compatibilidad entre virus y células. Especialmente a la hora de unirse ambos materiales genéticos. Como el genoma de los virus es ADN o ARN, pueden insertarlo en el genoma de las células, las cuales contienen las mismas moléculas de replicación.

Esta semejanza genética ocurre porque todos los seres vivos de la Tierra, incluidos los virus, llevamos millones de años evolucionando juntos y lo más probable es que todos tengamos un origen común.

Sin embargo, con los seres alienígenas la cosa cambia. Un ser que haya evolucionado en otro planeta, a años luz de la Tierra, tendrá muy probablemente una molécula de replicación muy diferente a las nuestras, y por tanto será muy difícil que pueda unir su genoma con el nuestro.

Por supuesto, no podemos descartar la posibilidad de encontrar virus alienígenas compuestos de ADN o ARN. Pero desde luego sería una gran casualidad que en un mundo a años luz de la Tierra, y de forma totalmente independiente, hayan evolucionado unos seres con un genoma del mismo tipo que el nuestro.

Y es más, los virus se especializan en infectar a unas determinadas especies. El virus del VIH afecta a los humanos, el de la mixomatosis a los conejos, el virus de la leucemia felina a los felinos, y así muchos otros. Solo una minoría de virus, y muy de vez en cuando, sufren mutaciones para dar el salto a otras especies. Es lo que ha ocurrido con el COVID-19, que saltó, probablemente, de los murciélagos a los humanos. También otros animales, como las gallinas o los cerdos, nos han pasado virus provocando graves crisis sanitarias.

Entonces, que un virus terrestre especializado en infectar a una especie de mamífero, ave o reptil, pueda mutar para pasar a los seres humanos, es posible. Al fin y al cabo somos todos terrícolas y estamos emparentados. Pero que un virus pase de una especie alienígena un ser de la Tierra, y viceversa, sería un salto evolutivo demasiado grande y complejo.

Lo que sí es más preocupante son las bacterias extraterrestres. Esas sí que tienen más posibilidades de causarnos daño. Porque en el caso de las bacterias, estas no necesitan insertar su ADN al nuestro, y no se especializan tanto en unas determinadas especies. Para crecer solo necesitan nutrientes y unas condiciones ambientales óptimas.

Por ello se han convertido en las grandes colonizadoras del planeta. Se extienden por todas partes. Y las bacterias extremófilas, han demostrado una asombrosa resistencia para sobrevivir en los ambientes más hostiles. Se ha comprobado que hay algunas especies que serían capaces de sobrevivir incluso en Marte.

No sería raro entonces que existan alienígenas similares a nuestras bacterias que no tuvieran problemas en crecer en cualquier lugar de la Tierra, incluido en el interior de nuestros cuerpos, donde se alimentarían de nuestros fluidos corporales, destruirían nuestros tejidos y liberarían sustancias nocivas para nuestro organismo.

En conclusión, son estos seres alienígenas de tipo bacteria, y no los virus, los que tendrían más posibilidades de causarnos daño a los terrícolas si algún día entramos en contacto con microbios de otros mundos.  

*PD: Insistimos en que en este artículo hablamos en términos de probabilidad. No es descartable que un virus alienígena tenga capacidad infectiva a los humanos, bien porque su material genético sea compatible con el nuestro, o porque tenga una naturaleza muy avanzada que le permita adaptarse a cualquier forma de vida. Por ejemplo, virus alienígenas creados en sofisticados laboratorios de ingeniería genética.

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