5. Bestias
Una hormiga, una araña o una avispa son artrópodos depredadores temibles. Tienen muchísima más fuerza proporcionalmente que un humano y poseen aguijones, mandíbulas y venenos muy potentes. Lo que nos salva de ser exterminados por estas criaturas es que son muy pequeños en comparación a un humano. Pero, ¿te imaginas encontrar este tipo de bichos tan grandes o más que una persona? Los xenomorfos de la saga Alien son un buen ejemplo del peligro que podrían suponer esta clase de extraterrestres.
4. Parásitos cerebrales
Los xenomorfos son terroríficos, pero al menos podemos identificarlos fácilmente y actuar en consecuencia. Contra ese tipo de bestias bastaría con estar bien armados y mentalizados para hacerles frente. Sin embargo, con los parásitos cerebrales la cosa cambia. Un alienígena que controle nuestra mente podría infiltrarse entre nosotros pasando completamente desapercibido. Tu amigo, tu pareja o tu familiar podría estar infectado y acercarse a ti sin que sospecharas nada. Los alienígenas de la película «The Faculty» dan buena cuenta del enorme reto al que nos enfrentaríamos con estos seres.
3. Colmena
Los extraterrestres de la saga «Starship Troopers» ejemplifican muy bien el tercer puesto de la lista. Las películas, basadas en la novela del mismo nombre del autor Robert A. Heinlein, muestran la guerra entre los humanos y una poderosa especie alienígena conocida como «arcánidos». Estos tienen una estructura social de tipo colmena con múltiples castas. Desde grandes y poderosos guerreros capaces de partir a un hombre en dos con sus mandíbulas, hasta pequeños parásitos de tipo araña que controlan la mente de los humanos. Además, cuentan con castas inteligentes, llamados «cerebros», que dirigen las hordas de millones de alienígenas en su expansión por el cosmos.
2. Imperio tecnológico
Los arácnidos del puesto número 3 cuentan con una desventaja: no construyen herramientas avanzadas. Pueden atacar con ácidos corrosivos, bichos suicidas y hasta lanzar proyectiles biológicos al espacio. Pero aun con todo eso no superan la capacidad tecnológica de sus enemigos humanos, quienes cuentan con marines equipados con armaduras robóticas, naves espaciales y un impresionante arsenal nuclear.
Los «formics» en cambio no tienen nada que envidiar a la tecnología humana. Son unos alienígenas similares a hormigas tan grandes como humanos de la saga de libros «El Juego de Ender», del autor Orson Scott Card. Estos insectoides inteligentes combinan la férrea disciplina de una mente colmena, con una avanzada civilización que les permite viajar por el universo con sus gigantescas flotas de naves interestelares.
1. Experimento biológico
Hay algo peor que todo lo anterior: te presento a los Zergs. Son una raza alienígena del videojuego StarCraft. En principio son muy similares a los arácnidos de Starship Troopers, pero cuentan con una diferencia muy importante. Los arácnidos evolucionaron de forma natural en su propio ecosistema, mientras los zergs fueron creados de forma artificial por una avanzada civilización alienígena conocida como los Xel’Naga. Estos hicieron mutaciones a otros extraterrestres para volverlos una especie superdesarrollada. Pero el experimento se descontroló, y las nuevas criaturas adquirieron tanto poder que se volvieron contra sus creadores y los derrotaron.
Los zergs se organizan en una mente colmena, que dirige a sus hordas para conquistar otros mundos, y son capaces de absorber el material genético de otras especies para incorporarlos a sus temibles ejércitos. Por desgracia para nosotros, los humanos nos hemos interpuesto en su camino.
