Hablar de república y de símbolos republicanos en España es un tema polémico. Esto surge principalmente por la guerra civil que hubo en España entre 1936 y 1939. En el conflicto, que acabó con la vida de medio millón de españoles, se enfrentaron el gobierno republicano izquierdista contra un grupo de militares derechistas. Ganaron estos últimos y se puso fin a la república. Desde entonces, en España se asocia el republicanismo con una idea de izquierdas, lo cual es un error.
Hagamos un breve repaso histórico para entender mejor la situación:
De entrada, aquella república que acabó en el desastre de la guerra civil no fue la primera república que tuvo España. La historia del republicanismo español se remonta a 1873, cuando se proclamó la primera república española. Esta no duró mucho, pues solo estuvo vigente desde el 11 de febrero de 1873 hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando se restauró la monarquía borbónica.
Los españoles tuvimos que esperar casi sesenta años para ver la segunda república, que se proclamó el 14 de abril de 1931.
Como se puede apreciar, hay un cambio en la bandera de la segunda república. Mientras que la primera república conservó el diseño original de la bandera de España, y solo se cambió el escudo, la segunda república modificó la bandera, añadiéndole una banda morada inferior. Este es un detalle importante para entender la polémica sobre los símbolos republicanos en España. Pero sigamos con el resumen histórico.
La Segunda República Española tuvo al inicio un gobierno de izquierdas. Después, las elecciones de noviembre de 1933 las ganaron las derechas, que gobernaron la república hasta las elecciones de febrero de 1936, donde volvieron a ganar las izquierdas. Pocos meses después, un grupo de militares se alzaron contra el gobierno republicano de izquierdas y comenzó el desastre de la guerra civil hasta la victoria del bando sublevado en 1939, dándose fin a la segunda república española.
En este artículo no voy a profundizar en las causas de la guerra civil, tema bastante polémico en España y que provoca mucha tensión en los debates políticos. Solo decir que los años treinta sobre los que nació la segunda república española no fueron nada fáciles. Europa estaba en medio de un auge de fanatismos ideológicos, tanto de izquierdas como de derechas, junto a enrevesados conflictos étnicos y nacionalistas, que derivó en la Segunda Guerra Mundial.
En España, el clima de odio entre izquierdas y derechas de aquella época provocó una guerra terrible que dejó heridas que todavía no se han cerrado. Uno de los síntomas de esas heridas es la polémica sobre los símbolos nacionales.
El bando de militares derechistas que se sublevó contra el gobierno republicano en 1936 adoptó poco tiempo después del inicio de la guerra civil la bandera rojigualda. Es decir, la bandera original que tenía España antes de proclamarse la segunda república. Y este es el principal motivo de la polémica sobre la bandera de España. El gobierno republicano de izquierdas, donde había socialistas, comunistas y anarquistas, entre otros, luchó enarbolando la bandera tricolor con la banda morada. Y el bando sublevado, donde había derechistas, monárquicos y fascistas, entre otros, luchó enarbolando la bandera rojigualda. Esto ha quedado en el imaginario colectivo del pueblo español y se tiene muy presente hasta nuestros días. Si llevas una bandera, eres un rojo. Y si llevas la otra, eres un fascista.
Esto es una equivocación, tanto de un lado como del otro. La bandera rojigualda existe desde el año 1785, mucho antes de la guerra civil española, y mucho antes de que surgiera el fascismo en Europa. No es justo, por tanto, que un símbolo español tan antiguo y que ha representado a nuestro país durante tantos años se le tache de bandera fascista solo porque un dictador de derechas la usó como si fuera suya.
Y tampoco es justo que la bandera tricolor de la segunda república sea tachada de extrema izquierda, ya que esta bandera no representaba a las izquierdas, sino a la república española, en la cual también había republicanos de derechas. Como hemos mencionado anteriormente, la segunda república tuvo un gobierno de derechas entre noviembre de 1933 y febrero de 1936. Esto es muy importante recordarlo, porque en España la propia idea de república se asocia a un concepto de izquierda. Lo cual es completamente erróneo. Se puede ser tan republicano de izquierdas como de derechas. Que se lo pregunten a Donald Trump, Ronald Reagan, George Bush y muchos otros presidentes de derechas de una república llamada Estados Unidos. Lo mismo pasa con Francia, Alemania, Italia, Brasil, Argentina y muchas otras repúblicas en el mundo, las cuales han tenido gobiernos de izquierdas y de derechas.
En cuanto a España, no es descabellado pensar que en este siglo veintiuno nos convirtamos en una república por tercera vez. Lo cierto es que desde 1931 el sentimiento monárquico no ha sido muy popular entre los españoles y, según las últimas encuestas, el porcentaje de republicanos ya supera al de monárquicos, especialmente entre los más jóvenes.
Por ello, en el caso de que en España se proclame la tercera república, ¿cuál debería ser su bandera? En este aspecto hay tres opciones:
1-Continuar con la misma:
Es una opción perfectamente factible, ya que la rojigualda es la bandera tradicional de España y tiene una antigüedad de más de 200 años. Y es más, la primera república española no cambió la bandera. Cosa que ha ocurrido en muchos países que hoy en día son repúblicas, y usan la misma bandera, o una muy similar, a cuando eran monarquías.
Sin embargo, no podemos negar la evidencia. La rojigualda está politizada, teniendo una visión derechista por gran parte de la población debido a la guerra civil.
Esta situación, en donde dos bandos de una guerra civil usan banderas nacionales diferentes, es algo bastante común.
Por ello, si la tercera república española siguiera conservando la rojigualda como enseña nacional, seguiríamos teniendo el mismo problema de falta de aceptación de ese símbolo por una parte del país.
2-Tricolor de la segunda república:
Usar la tricolor con la banda morada para la tercera república es una opción tan viable como la rojigualda. Igual que hay países que conservan su bandera al hacerse repúblicas, otros adoptan una nueva.
Pero si hacemos esto, nos encontraremos con la misma situación que la rojigualda pero a la inversa. Es decir, en vez de tener una bandera politizada hacia la derecha, tendríamos una politizada hacia la izquierda. Lo cual provocaría que una parte importante de la población no aceptara la nueva enseña nacional.
3-Nueva bandera de concordia:
Es un error enrocarse en fanatismos ideológicos y posturas egoístas. Lo realmente importante es ir a lo práctico. Si tanto la rojigualda como la tricolor de la segunda república están politizadas, una vía de salida bastante razonable para conseguir una bandera que sea neutral es creando una nueva. Esta nueva enseña adoptada para la tercera república española, al no estar politizada por la guerra civil, podría ser mucho más fácil de aceptar por la mayor parte de españoles.
Además, no es nada raro que a lo largo de la historia los países vayan cambiando su bandera. No debemos, por tanto, cerrar la puerta a una opción que podría solucionar el problema de los símbolos nacionales en España.
Algunas propuestas para la bandera de la tercera república española que he encontrado en internet: ¿Qué pensáis vosotros?
